VIAJE EN ANACRONÓPETE FLAMENCO #17

 ¿DE LÉONIDE, DE VICENTE O DE FÉLIX?


Tal día como hoy de hace 80 años (25 de marzo de 1941) recibía sepultura un personaje que siempre me obsesionó; el bailaor Félix Fernández García, “Félix García” o mal llamado “Félix el loco”.

Según la carta enviada a la bailarina Lydia Sokolova desde el Hospital psquiátrico de Epsom (Londres):
<<Fue ingresado en el Hospital de Long Grove, Epsom, el 13 de mayo de 1919 con el nombre de Félix Fernández García a los 22 años y lamento comunicarle que falleció el 18 de marzo de 1941>>
Tendría unos 44 años aproximadamente, pero según los documentos y datos de defunción y entierro de los libros del asilo Long Grove Hospital de Epsom, Surrey, Inglaterra, murió el día 23 de marzo de 1941 con 48 años (Centro de Historia Familiar y Local de Epsom) y según el libro de registro de defunciones el día 23 de marzo de 1941 con 44 años. Se enterró el 25 de marzo de 1941.







Hoy, como pequeño y humilde homenaje a Félix Fernández García os quiero dejar unas reflexiones y preguntas que nos hicimos mi compañero Valeriano Paños y un servidor durante nuestro proceso de investigación y de creación de nuestro espectáculo EL SOMBRERO y que fueron publicadas en marzo de 2019 en nuestras RRSS.


[EL SOMBRERO] Algunas preguntas (I): ¿de Vicente Escudero o de Félix Fernández García? ¿Farruca?

EL SOMBRERO es una fantasía coreográfica sobre el proceso de creación del ballet Le Tricorne (1919) de los Ballets Rusos de Diaghilev en el que Félix Fernández García jugó un papel fundamental y que supone el encuentro del baile flamenco con el ballet y las vanguardias artísticas. 

Este espectáculo de Estévez / Paños y Compañía abarca desde el estudio, análisis y reconstrucción histórica de los bailes y repertorios que se ejecutaban antes y durante los años de montaje de este primer ballet español, a las consecuencias e influencias que trajo al mundo de la danza en general y española y flamenca en particular. 

Una de estas consecuencias e influencias la encontramos en la figura del genial Vicente Escudero del que somos admiradores... pero, cabe preguntarnos: ¿fue esta influencia casi una obsesión para el maestro vallisoletano?
Se cuenta que tras ganar el Concurso Internacional de Danza en el Teatro de la Comedia parisino bailando el pasodoble “Garboso”,  debuta el 10 de septiembre de 1920 en el Teatro Olympia de París despertando el interés del empresario ruso Sergei Diaghilev. Pero también se cuenta que ser el ganador de este concurso le valió ser contratado por los ballets rusos de Diaghilev. Sea como fuera, parece ser que el primer contacto con Los Ballets Rusos de Diaghilev y el ballet “Le Tricorne” (que había sido estrenado el año anterior) tiene lugar en el París de 1920. 
Tras leer los testimonios de Léonide Massine y analizar las “creaciones” de Vicente Escudero así como al leer sus entrevistas y biografía, nos preguntamos: 
¿Conoció Escudero la figura de Félix Fernández García a través de Massine y/o Diaghilev o ya conocía al malogrado bailaor? ¿Conocía Escudero que Félix trabajó en una imprenta?  ¿y de la obsesión que causó en Félix el metrónomo, sabía algo? ¿Sabía que los ritmos de la “Danza del Molinero” eran creación de Félix y que el bailaor se los dictó a Falla? 

IMPRENTA (Félix - Vicente) 
METRÓNOMO-OBSESIÓN (Félix) / MOTORES (Vicente)

Nos cuenta LÉONIDE MASSINE  que en su reencuentro con FÉLIX FERNÁNDEZ GARCÍA un año después de haberle conocido en Sevilla, el bailaor que tenía por oficio impresor le dijo:

<<Sabes, me gusta tanto el flamenco que cuando estoy en la imprenta haciendo mis impresiones y poniendo mis artículos juntos, mis pies están bailando>>

Massine le dijo: 
<<Esa debe ser una pasión extraordinaria, una vocación para el baile>> 

Y sigue narrándole a John Drummond que le estaba entrevistando para el libro “Speaking of Diaghilev”: 

<<Trabajé con él durante mucho tiempo, y poco a poco, ya que tenía un oído bastante bueno, dominaba el ritmo del flamenco. Eso, por supuesto, fue el trabajo de campo para “Le Tricorne”. Está lleno de zapateado>>

Curiosamente nos cuenta VICENTE ESCUDERO en su libro “Mi baile” (1947):

<<Por entonces mi padre consiguió emplearme en una imprenta, donde empecé a aprender el oficio de marcador. Pero como mi verdadera afición continuaba siendo el baile, el ruido de las máquinas me atraía mientras trabajaba, y en él descubría ritmos que trataba de traducirlos en pasos, taconeando sobre el estribo. Me olvidaba de colocar el papel o le dejaba caer a los rodillos y distraía de su trabajo al resto del personal. Por esta razón fui despedido, una por una, de todas las imprentas de Valladolid>>

METRÓNOMO / MOTORES - ASPAS DEL MOLINO 

A través de Lydia Sokolova sabemos que a Félix Fernández García:

<<Se le podía ver Avenida Shaftesbury abajo llevando el compás, compás, compás>>

<<el metrónomo, como un cruel Dios del tiempo y el orden y cuyas leyes no podía comprender, se convirtió en una obsesión para él>>


BAILE DE LOS MOTORES

<<Durante mi fiebre pictórica estaba tan influido por todas las teorías nuevas que me pasaba las noches sin dormir, y cuando lo hacía mis sueños estaban también sugestionados por ellas. Así una noche soñé que bailaba con el ruido de dos motores y al poco tiempo lo convertí en realidad, llevándolo a la escena de la sala Pleyel, de París, en un concierto en el que presenté un baile flamenco-gitano, con el acompañamiento de dos dinamos de diferente intensidad. Yo, a fuerza de quebrar la línea recta que producía el sonido eléctrico, compuse la combinación rítmico-plástica que me había propuesto por voluntad, y que para mí representaba la lucha del hombre y la máquina, de la improvisación y la técnica mecánica. En parte del público esta demostración causó gran desconcierto. No se daban cuenta de que el baile era el mismo que tanto me habían aplaudido otras veces, pero realizado con una mayor belleza esté ca, conseguida precisamente por la libertad con que podía desenvolver mis movimientos y mis impulsos>> 


a la izquierda fotografía de Vicente Escudero en 1928 / a la derecha un dibujo de Juan Esplandiú en La Gaceta Literaria, 1 de junio de 1930


<<El arte de Vicente Escudero no es eso. Es un arte cerebral, trabajado, estilizado, preciso. Baila con una exactitud que pudiera llamarse científica. Las matemáticas no están muy lejos de los pies de este bailarín. Vicente Escudero, piensa sustituir la música que acompaña sus bailes por el ruido de un motor. Cambio perfectamente lógico, si se  tiene en cuenta la raíz mecánica 

-dinámica del momento- de esta coreografía vanguardista>> 
 
El Imparcial (23 de mayo de 1930) 
 
 
BAILE DE LOS MOTORES - ROMANCE AL MOLINO - TIENTOS - FARRUCA
Escudero nos presenta el baile “Romance al molino” diciendo:
 
<<Este baile flamenco es quizás la manifestación más antigua que se conoce, pues parece ser que en el siglo XVII se bailaba en algunos pueblos de la provincia de Cádiz un romance al Molino. Consistía en que un día señalado, 
le cantaban al Molino unos mozos mientras otros bailaban al ritmo que producían las aspas y el cante. Inspirado por esta escena yo me he permitido llevar a las tablas o escenario una reconstitución que se podría calificar de simbólica>>



<<...en sus zapateados sin acompañamiento musical alguno, en el fuertemente rítmico "Baile Romance al molino" del Siglo XVIII>> 
 
La Vanguardia (11 de diciembre de 1952)  
 
 
<<...de los ritmos primitivos flamencos, subrayados por Escudero sin necesidad de acompañamiento musical alguno; de los típicos “Tientos del molino">> 
 
La Vanguardia (2 de abril de 1952)
 
 
<<Estaba también, por supuesto, el zapateado sin música, que nunca es dos veces igual, pero siempre brillante y rítmicamente fascinante; y los sorprendentes “Tientos del molino”, bailados al ritmo de un molino con un poco de cante entre bastidores>> 
 
New York Times (31 de octubre de 1955) 
 
 
<<De ahí su afición a simplificar, a valerse únicamente de los elementos puramente indispensables, y de ahí también sus danzas sin música, como son los «Ritmos» —portento de pies y manos— y la «Danza del Molinero», ejecutada al ritmo de un motor que imita el ruido de un molino andaluz, y a través del cual, pese a la ausencia da la música, se está escuchando una farruca>>  
 
La Vanguardia (9 de diciembre 1949) 
 

Félix Fernández García en Sevilla y Vicente Escudero en Valladolid bailando al sonido de las maquinas de las imprentas en las que trabajaron.
 
Félix Fernández García dicta los ritmos de su baile por farruca a Manuel de Falla para que el compositor gaditano componga la “Danza del Molinero”, que todo el mundo conoce como “Farruca del Molinero” pero que de farruca solamente tiene el ritmo, el aire. 
 
Al pedirle al Maestro Faustino Núñez  que nos confirme que la “Danza del Molinero” está en modo flamenco y no en el modo menor que es el de la Farruca, nos dice en una pequeña gran clase magistral exprés por whatsapp (hace 100 años hubiese sido por carta) que: 
 
<<Efectivamente, está en modo flamenco y el aire es claramente “farruquero”. Sin embargo no hay que olvidar que el modo flamenco proviene del menor (la dominante del menor se hizo tónica de un nuevo modo; el flamenco), pero tiene muchas connotaciones con el menor, habiendo incluso una secuencia, la del fagot, que sí está en menor, en este caso el cuarto grado del flamenco, que es la tónica menor. El colorido general es no obstante en modo flamenco. Aquí prima la rítmica sobre lo armónico>> 




Vicente Escudero  vestido con el figurín picassiano del molinero de “Le Tricorne” baila el “Romance al Molino”, (al parecer es una consecuencia de su “Baile de los Motores” de 1928), con el sonido de un motor igual al de un metrónomo (obsesión para Félix). Ejecuta pasos y mudanzas claramente de farruca, mientras canta por Tientos unas letras alusivas al molino. 

 

Escudero nos asegura  que: <<...este baile  flamenco es quizás la manifestación más antigua que se conoce>> y que lo que él presenta es una reconstitución simbólica de una tradición típica del siglo XVIII, época en la que no aún no existía el flamenco y en la que Pedro Antonio de Alarcón sitúa su novela “El sombrero de tres picos”  base del argumento de “Le Tricorne”. 


También Pablo Picasso se inspira en la estética goyesca para crear los figurines, maquillaje y escenografía de este ballet.


ROMANCE AL MOLINO (VER VÍDEO)

 


Vicente Escudero anhelaba  llegar a montar su propia versión del ballet completo de “El Sombrero de Tres Picos”


 

CARTA DE VICENTE ESCUDERO A MANUEL DE FALLA:




The Baltimore Hotel 1 de mayo de 1935. Los Ángeles.
 
Señor don Manuel de Falla, Granada. 

Querido e Ilustre Maestro:
Tengo el honor de saludarle y al mismo tiempo le mando un recorte crítica de mi concierto en Los Ángeles, donde el Baile del Molinero le tuve que repetir tres veces, a propósito de esto vi “el Sombrero de tres picos” en Nueva York por los Ballets Rusos con Massine y mucho salto y mucha cosa pero sin ningún carácter nuestro...
 
 
5 minutos con... Vicente Escudero - Revista Destino (22 de enero de 1944)



 

 

<<El mismo Massine, a quien tanto admiro como coreógrafo, cuando estrenó “El sombrero de tres picos”, de Manuel de Falla, montado totalmente por él con el concurso del Ballet Ruso, la “Farruca del molinero” que bailaba tenía más carácter eslavo que flamenco. Recuerdo que imprimía al final un sentido acrobático muy espectacular, naturalmente para suplir la pobreza de técnica flamenca>>

 

Vicente Escudero (Mi baile), 1947


 

¿Sabía Vicente Escudero  que Massine creó su “Danza del Molinero” con los materiales aprendidos de Félix Fernández García e inspirándose en el propio Félix y el baile que le vieron hacer en el Café Novedades de Sevilla? ¿que algunos de estos saltos eran tomados de Félix y también de los que  Ramírez hacía en su Farruca y María la Macarrona en los tangos, ambos bailes filmados por Massine en Sevilla en 1917?, ¿Sabía que se inspiró en el toreo de Juan Belmonte?. 

 

Para Léonide Massine, la farruca era un baile acerca de la vida y la muerte, que era mitad corrida de toros y mitad baile en la que se expresa la ferocidad del toro que embiste y el valor del hombre que lo enfrenta - una lucha hasta la muerte que es un reflejo de la lucha del Molinero contra el Corregidor... igual que para Escudero su “Baile de los motores” representaba la lucha del hombre y la máquina, de la improvisación y la técnica mecánica.

 

Para Félix representó la lucha contra Diaghilev, Falla y Massine... la lucha para que le reconocieran públicamente su autoría... 



¿Estamos ante la imagen de Félix Fernández García?





El personaje del centro está identificado como Léonide Massine en la fotografía original, pero siempre tuvimos nuestras dudas y tras una conversación con el investigador y músico Antonio Hernández y al comparar la fotografía con la de la izquierda (Léonide Massine) y la fotografía de la derecha (León Woizikovsky) se refuerza aún más la incógnita sobre la identidad del personaje de la fotografía central con el vestuario de El Molinero de [Le Tricorne]
¿Es Félix Fernández García?



 [EL SOMBRERO] Algunas preguntas (II): ¿de Leonidas Massine o de Félix Fernández García?


Hace unos meses, conocimos gracias a Meira Goldberg la existencia de un cuaderno perteneciente a Léonide Massine en el que tomaba notas de las clases de baile flamenco y danzas españolas que recibía de Félix Fernández García. 
 
Léonide Massine tomó sus primeras lecciones de baile flamenco y danzas española en 1917 en Barcelona con Félix Fernández García. El bailaor había sido contratado por Sergei Diaghilev días antes en Madrid y no en Sevilla en junio de 1916 como se suele afirmar erróneamente. 
 
En Barcelona, Léonide Massine también estudió con el Maestro José Molina del que Félix era discípulo. Nos cuenta Fernando el de Triana en su libro “Arte y artistas flamencos” (1935) sobre el maestro sevillano:

Maestro José Molina


 

<<Decano de los bailadores y bailarines andaluces. Como bailarín procede de la escuela en la que fue excelente profesor Ficanito Arenes, donde aprendió y ejecutaba irreprochablemente todos los bailes de palillos que se estilaban en aquella época, por lo cual fue dado de alta como uno de los discípulos más notables de la referida escuela.  No conforme con eso, se dedicó Molina al flamenco, y en poco tiempo ocupó un buen puesto en la tanda de aquellos buenos bailadores que se llamaron Paco España, Rafael Vega el Quinquillero, Paco Currela, Morilla, Fernando Nieto, Wenceslao, Antonio Pina y otros de tan alta categoría artística. Como había nacido para artista enciclopédico y contaba con facultades para ello, se dedicó al cante y también acreditó su origen de castizo trianero, llegando a ejecutar todos los cantes de aquella gloriosa época

con delicada exactitud, aunque con alguna dureza de voz. Estableció Academia

de bailes en Madrid, Barcelona, Valencia y otras capitales de España, siendo

diferentes veces contratado para bailar en París y otros puntos del extranjero, donde siempre salió a éxito por actuación. Hoy vive en Madrid retirado del arte, por el peso de los años, en buena posición, pero llenos de achaques y molestias naturales de la edad y el trabajo>>.

 


José Molina pertenecía a esos nuevos artistas que surgen a finales del siglo XIX y que dominaban tanto la escuela bolera como la flamenca. 

 

Entendemos que su discípulo Félix Fernández García sería un bailaor / bailarín con conocimiento de los bailes flamencos y los bailes españoles puesto que en el cuaderno de Massine (es una agenda a la que le faltan muchas páginas, ya que solamente contiene las correspondientes a algunos días de enero, febrero, marzo, abril y diciembre) nos encontramos unos símbolos con sus nombres correspondientes: terminación de panaderos, “fiflan” (flic-flac), pasada de planta, punta tacón, cepillar, 1/2 pasada, andar, salto, arrastrar, estirazar...

 

¿Pero era este cuaderno de Léonide Massine o pertenecía a Félix Fernández García?

 

¿Era este cuaderno de Félix y se lo regaló a Massine? ¿O Félix simplemente anotó los nombres de los pasos que le enseñaba a Massine en sus clases?

 

¿Fue Massine quien recogió estos pasos y explicaciones en este cuaderno comprado en España? o ¿Recogió Massine las pertenencias de Félix cuándo fue ingresado en Long Grove Asylum y se las quedó como recuerdo? 

 

Todas estas dudas y preguntas surgen al analizar el cuaderno y apreciar que la caligrafía es cambiante en algunas páginas. Estas páginas contienen datos, notas musicales, esquemas y notaciones coreográficas, símbolos y alguna que otra reflexión sobre el baile flamenco y nos sirvió para la construcción de una de las escenas de nuestro espectáculo “EL SOMBRERO”... y será en un futuro cercano una nueva pieza coreográfica titulada "EL CUADERNO".


Pero, ¿cuáles han sido los motivos para preguntarnos a quién pertenecía este cuaderno?

 

La razón principal es, entre las ya planteadas anteriormente, esta nota en ruso:

 

Это тетрадь записей испанского танцора Феликса Фернандеса                                  
Este es el cuaderno del bailarín español Félix Fernández
 




Reflexión anotada en el cuaderno analizado y que pertenecía a Léonide Massine

 


ADENDA SEGUIRIYERA
Según nos cuenta Massine en su biografía My Life in Ballet, Félix, además de diseñar un sistema de notación del zapateado,  bailaba mientras se autoacompañaba cantando las difíciles “seguidillas” y las alegrías. 
Entiendo que estas difíciles “seguidillas” es el cante por seguiriyas. Ya sabemos que en aquella época se les llamaba así y que “seguiriya” es una deformación fonética de seguidilla.

Con lo que es lógico y normal que nos preguntemos si sabía Vicente Escudero que Félix (muy probablemente) bailara por seguiriyas ya antes de los años 20. Lo sabía Encarnación López “la Argentinita” cuando en las filmaciones de 1935 apunta tímidamente unos pasos por seguirIyas mientras que toca la guitarra Manolo el de Huelva. Tanto Vicente Escudero como “La Argentinita” tuvieron una estrecha relación artística y de amistad con el coreógrafo ruso. 








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